El amor y el odio son las pasiones que mueven el mundo. Escribir sobre ellas es mi pasión, sólo espero que leer mis palabras sea la tuya.
Clara.

lunes, 28 de mayo de 2012

CHRISTMAS SUN 11


La excitación y las ganas de volver a sentirla junto a él le imposibilitaban alejarse de la puerta. Allí quedó inmóvil, donde por primera vez había besado sus labios, intentando quedarse para sí su calor.
-Asun, te deseo. Eres tan especial -decía Roberto aún creyendo que estaba a su lado y podía escucharle.
Estaba apoyado en la puerta, bajo el muérdago, cautivado por la dulzura de Asun al besarle, evocando el momento, pensando que aquel sentimiento tan fuerte no quedaría únicamente en aquello. La huella de Asun en sus labios y en su corazón era ya imborrable. Su majestuosa belleza la convertía en divinidad, una diva de la que había quedado prendado desde el primer momento y nunca se atrevería a negarlo. Lucharía por ella y por el amor que acababa de germinar. Sentía su pecho expandirse de amor, de júbilo al haberla podido besar, era una mujer imponente. Tendría que esforzarse en conquistarla y así lo iba a hacer. Se sentía enamorado, después de mucho tiempo, su corazón volvía a latir por una mujer.
Miraba al infinito sonriendo. Imaginando la próxima vez que la volviera a ver. Lo deseaba con todas sus fuerzas. De momento, observó como de entre la neblina podía diferenciar una figura que se acercaba hacia el colegio a toda prisa, un segundo más tarde diferenció la silueta de Asun corriendo hacia él.
-¡Roberto! ¡Roberto! -gritaba desesperada intentando hacerse oír.
Roberto corrió hacia ella todo lo rápido que le permitieron sus piernas. Al encontrarse Asun rompió a llorar presa del miedo. Sólo repetía su nombre, seguía llamándolo entre el llanto. Él la había sujetado con sus fuertes y grandes manos por los hombros, intentaba entender qué le ocurría, ansiaba calmarla pero ella no reaccionaba, no conseguía zafarse de aquella aflicción.
-¡Asun! Estoy aquí, cariño. ¡Mírame! -le decía Roberto intentando captar su atención- ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué te ha pasado?- repetía una y otra vez.
-¡Roberto! ¡Roberto! Mi padre. Ayúdame. Roberto, por favor, ayúdame -contestó Asun después de unos minutos de máxima ansiedad.
-¿Qué le ha pasado a tu padre? Dime. ¿Dónde está? -preguntaba él con muchísima inquietud viendo cómo estaba Asun.
Asun se abrazó a él con todas sus fuerzas sin parar de llorar. La calidez del abrazo con que Roberto le correspondió hizo que ella se calmara tímidamente, aunque fue suficiente para que ella pudiera informarle de lo que ocurría.
-Tranquila, Asun, yo estoy contigo. No temas nada, y dime qué le ha sucedido a Francisco -le habló Roberto mientras le acariciaba con dulzura el rostro.
-Mi padre está en el hospital. Ha sido un infarto. Está muy mal. Es grave, Roberto. Tienes que venir conmigo, por favor -le decía Asun mientras rompía a llorar una vez más totalmente desolada.
Roberto asintió con la cabeza y cogidos de la mano corrieron hasta casa de Asun donde el todoterreno de su padre les esperaba aparcado. Ella estaba muy nerviosa para poder conducir, cada vez que pensaba que podía perder a su padre para siempre un nuevo gemido de dolor salía de su alma, cuando esto ocurría Roberto la abrazaba sujetándola por la cintura con sus fuertes brazos, estaba destrozada y podía suponer un peligro para ellos que fuera Asun quien condujera. Él no podía soportar verla así, y mucho menos iba a permitir que se subiera al volante del coche en aquel estado. Le abrió la puerta del copiloto, ella subió y antes de cerrar le dio un tierno beso en la frente y le susurró al oído:
-Tranquila, mi amor, yo estoy contigo.
No tardaron muchos minutos en llegar al hospital. Asun pasó todo el viaje sin dejar de llorar, lamentándose de lo que le había ocurrido a su padre preguntándose por qué a él, que era un hombre joven y sano. Roberto estuvo concentrado en la conducción sin descuidar a Asun, a la que regalaba tiernas miradas cada vez que el tráfico se lo permitía, repitiéndole palabras tranquilizadoras intentando sosegar su nerviosismo.
Al llegar, Asun corrió junto a su madre, se abrazaron llorando permaneciendo así largos minutos de dolor. Compartiendo el sufrimiento por lo ocurrido a Francisco y con la angustia de no tener nuevas noticias de los doctores. Madre e hija se sentaron una junto a la otra cogidas de las manos, mirándose a los ojos y jurándose que no le pasaría nada al hombre que, las dos, más habían amado en todo el mundo.
Roberto quedó apartado voluntariamente de aquella escena. Absorto en lo que acababa de hacer. Nunca pudo imaginar que volvería a conducir un coche, pues solo la idea le hacía revivir todo lo pasado y las emociones de desolación, mortificación y arrepentimiento renacían en él para hundirlo en la desesperanza más absoluta. Pero ahora había sucedido todo lo contrario. Lo había hecho. Había logrado conducir. Y él sabía por qué. Era ella, Asun. No podía soportar verla sufrir de aquella manera. Él la amaba y se había jurado hacer cuánto pudiera para demostrarle su amor. Fue entonces cuando Roberto se dio cuenta de la pureza de ese sentimiento. Se dio cuenta de que no había hecho falta proponérselo, en ningún momento pensó que no había conducido desde el accidente, no aparecieron los miedos. El amor que sentía por Asun había logrado vencer los fantasmas del pasado. Sonrió agradecido.
Permanecieron sentadas en silencio mirando la puerta que comunicaba la sala de espera con el área de urgencias. Numerosos médicos la atravesaban una y otra vez, pero ninguno se dirigía hacia ellas. Pasaron los minutos y cada una quedó abstraída en sus pensamientos y oraciones, pues no dejaron de rezar desde que la desazón y la congoja menguaron un poco. De pronto, Asun preguntó.
-Mamá, ¿cuánto amas a papá? -preguntó mientras continuaba mirando al infinito.
-Jamás podré contestarte a esa pregunta, hija. El amor no se cuantifica, el amor sólo se siente -contestó Pilar mirando a Asun con ternura y esbozando una disimulada sonrisa.
-¿Qué gratificaciones has tenido al compartir tu vida con él en un pueblo como Pozuelo? Desde hace mucho tiempo me hago esa pregunta. Nunca encontré una respuesta -inquirió Asun exponiendo su reflexión.
-Ya lo sabía, cariño. Lo sé desde hace mucho tiempo. Me has visto como una perdedora, alguien sin personalidad que decidió abandonarse en un minúsculo pueblo arrastrada por la promesa de amor de un hombre -contestó Pilar mirando a los ojos de su hija.
Un pesado silencio se apoderó de ella. Asun quedó abrumada ante la declaración de su madre. Se sintió desnuda por un segundo. Su madre le había hecho ver la transparencia de la que ella tanto presumió no tener. Durante todo este tiempo conocía la inquietud y el descontento que ella sentía por el destino que su madre había decidido escoger. No pudo articular palabra. Pilar continuó.
-Es cierto que un futuro prometedor se abría ante mí, pero era un futuro profesional únicamente. Tu padre me ofrecía compartir con él el más difícil de los trabajos a desempeñar: crear un hogar. Tu padre me ofrecía toda una vida. Elegí, y lo hice con todas las consecuencias. Escuché a mi corazón. No he renunciado a nada, Asun, he apostado por el amor.
El Doctor Manzano se acercó a Pilar para informarle del estado de salud de su marido. Las noticias no podían ser más alentadoras. Francisco había superado el infarto, aunque debía quedarse en el hospital durante al menos unos días para estabilizarle completamente. Había supuesto un fuerte percance y estaba muy debilitado. Pilar lloraba de alegría y agradecía al médico sin descanso todo el esfuerzo que habían hecho en sanar a su marido, Asun abrazó a su madre por los hombros compartiendo la felicidad que les había traído la noticia.
- Doctor, ¿Francisco pasará la Nochebuena con nosotros?- preguntó Pilar inquieta.

4 comentarios:

  1. Entre las prisas que tenía para ver que pasaba, y el final....
    Me dejas esperando más!
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Escribes muy bien
    Besos
    http://todoeldiadecompras.blogspot.com

    ResponderEliminar
  3. Vaya, esto si que no me lo esperaba!!! un infarto!!!!. A ver qué pasa...
    Un bs muy grande
    mariandomenech.blogspot.com

    ResponderEliminar
  4. ufff.. nos tienes en ascuas!!
    hoy tenemos SORTEO!!

    http://www.villarrazo.com/behindthestyling/2012/05/31/sorteo-cremas-solares-y-tonico-facial-atache/

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...